En los últimos años, la tecnología se ha estado abriendo paso a través de las explotaciones agrícolas, ayudando tanto a las labores culturales con drones y equipos especializados, como a la facilitación de datos vitales para conocer el estado de nuestro cultivo. La tecnología tiene múltiples aplicaciones en la agricultura, como tractores guiados con precisión por GPS; sensores para la cantidad de agua de riego; vigilancia de plagas desde el cielo, muestreo del estado de la explotación mediante visión satelital, sistemas de recolección automáticos, o plantaciones conectadas al BIG DATA. 

La incursión de dicha tecnología en la agricultura ha repercutido positivamente en nuestro día a día, facilitando nuestro trabajo, y dándonos información real de lo que está pasando en nuestro cultivo. Todo esto ha hecho que afrontemos los problemas de manera mucho más analítica, pudiéndose llamar este nuevo modelo de agricultura “Agricultura 2.0”.

 

La agricultura se ha incorporado ya al número de sectores que se benefician del BIG DATA y análisis de datos. Todos estos avances nos guías que nos ayudarán a tomar decisiones efectivas respecto a la siembra, el uso de agua, fertilizantes y fitosanitarios, así como para predecir con relativa exactitud el rendimiento y la producción de los cultivos. Te daremos algunos ejemplos de las innovaciones que han hecho impulsar tecnológicamente a nuestra agricultura.

  • Teledetección satelital: los satélites incorporan una serie de sensores capaces de obtener información relativa al terreno y la vegetación, como el NDVI (Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada), LCI (Índice de Clorofila en Hoja) y CWSI (Índice de Estrés Hídrico del Cultivo). Los sensores son ópticos, lo que implica que la información que se obtiene tenga que ser bien procesada para evitar interferencias de la atmósfera, la luminosidad del sol o las condiciones meteorológicas, entre otros factores. La resolución de estos satélites es de 10×10 metros y su frecuencia de paso es de 5/6 días.

 

  • Drones: los drones desplegados en agricultura permiten proporcionar a los agricultores, de forma rápida y precisa, información útil para tomar decisiones y actuar de forma inteligente (aumentando o reduciendo la cantidad de agua en determinadas zonas, realizando tratamientos específicos…) gracias a sus sensores incorporados. El objetivo es ahorrar agua y productos de tratamiento a favor del medio ambiente y del agricultor. Los drones de tratamiento representan hoy una herramienta eficaz y sostenible para la agricultura del futuro. Además, pueden llegar a medir parámetros mucho más acotados que permitan contar el número de espigas de un cultivo y calcular la productividad potencial que tendrá ese año.

 

  • Control de riegos: mediante la instalación de sensores capaces de realizar monitoreo de riegos y enviar datos, así se podrá tener un manejo mucho más eficiente del agua, lo que conlleva a un mejor manejo del cultivo y un ahorro económico. Además de tener información ambiental a tiempo real de nuestra parcela, lo cual es de vital importancia para el manejo del microclima y el control de enfermedades.

  • Redes sociales: el campo no se libra del uso de las redes sociales puesto que los agrónomos han cambiado su forma de vivir y de vender el producto. De ahí el agromarketing digital o la figura del agrocommunity manager.

 

La digitalización del campo es ya una realidad, ya son numerosas empresas las que están ofreciendo sistemas de control basados en BIG DATA. Estas nuevas tecnologías se están implementando cada vez más en nuestra agricultura, dándole una mayor tecnificación y rentabilidad.

Autor: José Manuel García